En esta imagen capturada por Gautier Fenestraz, vemos a un estanciero sentado en la mesa de su casa, vertiendo agua de una pava para preparar un mate. La luz suave que entra por la ventana ilumina la escena de manera natural, resaltando la tranquilidad del entorno rural. El hombre, con su atuendo típico de campo —boina, pañuelo al cuello y camisa a rayas—, refleja la calma de las costumbres del campo argentino. El interior rústico de la casa, con muebles sencillos y detalles tradicionales, refuerza el ambiente acogedor y auténtico de la vida estanciera.
